Como pasa siempre, suena el despertador y digo "¡No por qué tan temprano!" Debo de reconocer que me cuesta mucho levantarme, y soy muy dormilona, aunque, enseguida pienso "¡Me tengo que levantar que si no el autobús me dejara!".
Empiezo a preparar todo para ir al instituto.
Luego de recorrer unos 10 km, por fin llego. Espero unos cinco o diez minutos y escucho un sonido de fondo, es el timbre para entrar a clase.
Como siempre, entramos hablando, el profesor nos dice que nos callemos, sacamos los libros, y el/la profesor@ empieza a explicar durante cincuenta minutos.
Intento estar atenta, aunque, a veces, por algún motivo, me distraigo. Pero, enseguida, vuelvo a atender para enterarme de todo lo que explican.
Miro y miro el reloj, pero parece que los minutos equivalen a horas y horas... Después, vuelve a sonar el timbre y me siento libre nuevamente, aunque por poco tiempo, porque rápidamente se escucha el timbre nuevamente y pienso "¡ya han pasado cinco minutos!,¡¿tan rápido?!",
Pasan lentamente las horas y, por fin, llega el momento de irnos a casa...
De prisa, de prisa...hay que tomar el bus y volver al pueblo... --Valeski--

No hay comentarios:
Publicar un comentario